SUMMA. Repositorio Institucional

Salmanticensis 55 (2008) 421-439 El símbolo ritual, ocasión y forma del pensamiento teológico «El simbolismo revelador puede no sólo “dar ocasión al pensamiento” sino también configurar el pensamiento que aparece»1. Introducción1 Hace más de veinte años, el teólogo norteamericano Avery Dulles hacía una importante contribución para el entendimiento teológico de la revelación, proponiendo la mediación simbólica como modelo adecuado para englobar y superar otros modelos de comprensión. Uno de los principios acuñados por Dulles establece que «para entrar en el mundo de sentido abierto por el símbolo hemos de entregarnos a nosotros mismos; no podemos ser observadores apartados sino participantes implicados»2. Esta participación abarca a los seres humanos en la globalidad de su existencia: no solo el pensamiento, sino también la corporeidad; no sólo la razón, sino además la afectividad; no sólo la intimidad personal, pero también la intersubjetividad comunitaria. «Los símbolos, por su poder evocativo, despiertan la imaginación e invitan a la participación»3. Así se comprende que los símbolos tengan un valor cognitivo y un poder transformador, los cuales son actuados en el sujeto precisamente en la medida de su participación en el símbolo. Sin embargo, el modelo simbólico no se refiere sólo al 1 2 3 A. Dulles, Models of Revelation (New York: Doubleday 1983) 144. Ib. 133. Ib. 257.

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