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NOTA
Salmanticensis 52 (2005) 559-570
ERASMISMO Y EL “QUIJOTE” DE CERVANTES
Hemos celebrado el IV Centenario de la primera aparición del Quijote de Cervantes. Mucho se ha escrito y se ha hablado sobre él, y mucho se seguirá hablando y escribiendo. Como detalle, queremos fijarnos ahora en un aspecto de notable interés y del que, creemos, que poco se ha hablado en estos días. Se trata de lo siguiente: ¿Entra Cervantes, al escribir el Quijote, en aquella corriente que llamamos erasmista, de crítica contra algunas posturas de la Iglesia de su tiempo, que pide reformas en la misma Iglesia y pretende volver a un cristianismo primitivo, más humano, sencillo y naturalista? Sobre ello damos las siguientes ideas. l. Opina el conocido hispanista francés, Marcel Bataillon, en su obra Erasmo y España, que “desde la aparición de la Biblia Políglota de Alcalá hasta la de Don Quijote, el humanismo cristiano de Erasmo tuvo, del otro lado de los Pirineos, una carrera singularmente fecunda” ; o todavía más claro: “Si España no hubiera pasado por el erasmismo, no nos hubiera dado el Quijote”l. En su opinión, Cervantes queda dentro de aquel grupo de la “Filosophia Christi” o del auténtico cristianismo espiritual; una manera de pensar y de sentir que es algo más que una simple moda, tan cara a los herederos, por títulos diversos, del erasmismo español, como Mal Lara, Fr. Luis de León, Juan de Valdés, Fr. Bartolomé de Carranza, San Juan de Ávila, Fr. Diego de Estella y el mismo Quevedo2. Esta corriente erasmista, que pudiéramos encontrar en el Quijote, bien puede venirle a Cervantes de aquella Universidad de Alcalá, ciudad donde él nace y pasa buena parte de su juventud, de
l Bataillon, Erasmo y España, trad. castellana de A. Alatorre II( México l950) pp. 432, 429 2 Ibid., I, p. XVI; II, p. 259
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