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VERITAS ET PERSONA VERITATIS. PLATONISMO Y CRISTOLOGIA EN SAN AGUSTIN
A Juan Velarde Fuertes, Catedrático y amigo, en su jubilación universitaria
I. DE LA CONVERSIÓN A LAS CONFESIONES: CRISTO PERSONA DE LA VERDAD
Los primeros escritos de Agustín tras su conversión y antes de su bautismo tratan de temas filosóficos, haciendo explícita Ia preocupación de fondo que había animado su búsqueda anterior y en el fondo dando razón indirecta de Ia propia conversión. La verdad (Contra Académicos), Ia bienaventuranza (De beata vita) el sentido de Ia historia en el que se mezcla el mal con el bien (De ordine), Dios y el alma (Soliloquios) son las grandes cuestiones a las que dedica su primera atención, tras haberse adherido al cristianismo. Estas cuestiones, aun cuando aparezcan con nombre diferente, en el fondo son una misma: Ia vida personal, que no existe sino desde Ia verdad conocida. Una verdad que incluye persona y realidad, experiencia subjetiva e historia, y que en última instancia no es absolutamente trasparente a sí misma sino da razón de Dios, del alma y de Ia relación entre uno y otra. Todos ellos son por tanto temas filosóficos y sólo de manera indirecta, o como apoyatura final, aparecen las cuestiones religiosas. Preguntar por tanto por Ia figura de Cristo en estas primeras obras equivale a indagar Io implícito y presupuesto, ya que el autor habla de otras cosas. Dar por inexistente Io no afirmado, sería mortal error de método. El primer libro Contra Académicos quiere fundar todo el itinerario que ha seguido y el que tiene por delante: su entrega al conocimiento y servicio de Ia verdad, que es fuente de bienaventuranza. En el libro se mezclan dos cuestiones: una histórica (saber qué pensaron los académicos sobre Ia posibilidad de llegar a Ia verdad) y otra teórica (el significado de Ia verdad misma y Ia exi-.
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