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ESCATOLOGIA EXISTENCIAL (El cuarto evangelio)
En Ia escatologia joánica se hallan implicadas múltiples y complejas cuestiones. Cuestiones cosmológicas, literarias y teológicas. El cosmos físico no se ve envuelto en Ia intervención escatològica de Dios, al estilo sinóptico y paulino, sino que Io encontramos disociado, en el 4° evangelio, de Ia suerte escatològica que únicamente afecta al hombre. Las representaciones cosmológicas desaparecen de Ia perspectiva joánica o, como afirma Conzelmann, quedan reducidas a un «punctum mathematicum»: las moradas existentes más allá del mundo visible y Ia entrada del creyente en ellas 1. El 4° evangelio trabaja con categorías distintas al resto del N.T. Y cuando habla del mundo —otros matices y precisiones aparte— establece Ia contraposición entre el mundo de arriba y el de abajo, el mundo divino y el mundo humano. Más aún, pertenece al mundo divino todo aquel que acepta al Revelador-mediador, que hizo acto de presencia entre nosotros para llevar a cabo Ia unión entre estos dos mundos tan distantes y distintos. Es el reto lanzado por el evangelio de Juan al mundo circundante de Ia gnosis, que confiesa Ia incompatibilidad entre estos dos mundos. Desde el punto de vista literario Ia escatologia joánica se ve condicionada por las fuentes influenciadoras de su pensamiento en todas aquellas ocasiones en que se aparta de Ia mentalidad semítica y por Ia ardua cuestión de los diversos estratos redaccionales o fuentes distintas utilizadas por el último redactor. Particularmente el punto último resulta inevitable al abordar el tema de Ia escatologia en el 4° evangelio. Por eso Ie dedicaremos un apartado especial en este trabajo dentro de Ia cuestión que nos plantean las famosas «adiciones».
1 H. Conzelmann, Eschatologie, IV im Urchristentum, en RGG, 3 ed., p. 670.
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