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EL P. FRANCISCO DE ISLA Una primicia literaria: Ia Margarita (1726).—Ingreso en Ia Compañía de Jesús.—Sobre el título del Fray Gerundio
El año 1758 salía de las preneas madrileñas de Gabriel Ramírez k Historia del famoso predicador Fray Gerundio de Campazas, alias Zotes, escrita por el Lic, Don Francisco Lobón Solazar, etc., seudónimo bajo el que se ocultaba el jesuita P. Francisco de Isla 1 El fin único de este llamado "Quijote de los predicadores" era, en confesión del autor, "desterrar del pulpito español los intolerables abusos que se han introducido en él. especialmente de un siglo a esta parte" 2. La obra se ha ganado Ia categoría de clásica en Ia materia, y en su tiempo mereció al autor no pocos disgustos. He querido traerla a Ia memoria como introducción a Ia edición de una primicia literaria del P. Isla, precisamente de una pieza oratoria pronunciada por él en Salamanca en 1726 con ocasión del solemne funeral anual que se rendía a Margarita de Austria, esposa de Felipe III y fundadora del Real Colegio jesuítico salmantino 3. Si Ia obligada gratitud a b. generosa donante del suntuoeo edificio en que hoy se alberga Ia Universidad Pontificia mantuvo hasta Ia extinción de Ia Compañía este piadoso recuerdo de Ia Reina, el gesto, convertido en tradición, impuso unos módulos y estilos por Io que se refiere a Ia oración fúnebre que se dedicaba a Ia gran señora, Uamada por esta razón Ia Margarita. La pieza, en efecto, era confiada a un estudiante aventajado. Era pronunciada en latín. Su tono era altisonante y había de cumplir todos loe requisitos de una gran pieza retórica en que brillase el aprovechamiento humanístico del designado estudiante. Publico en apéndice ki lista de los estudiantes que pronunciaron esta oración fúnebre deede 1715 hasta 1762. En ella aparecen algunos nombres que alcanzarían celebridad más tarde, como Larramendi, Rávago, Idiáquez, y también Francisco de Isla (1726) *. Muchoe años habían de pasar para que L·la adquiriese te cultura y el sentido crítico que Ie harían poner en Ia picuta el "gusto por Io ridículo, impertinente y extravagante" 6, despegándose de los usos de su siglo. En 1726, estudiante de Teología era mucho más receptivo, sumiso y conse1 Me remito a Ui edición preparada y ampliamente prologada de RuseU P. Sebold, en Ia colección de Espasa-Calpe, Clásicos CasteUanos 148 ss., editada en Madrid en 1969. 2 Ibid., I, 16. 3 Cf. A. Rodríguez Gutiérrez de CebaUos, S. J., 'El primitivo Colegio de Ia Compañía de Jesús en Salamanca (1545-1665)', Miscelánea de Comillas 46 (1966) 10H58. * Apéndice I. La Margarita de Larramendi Ia publicó en el tomo II de sus Obras (San Sebastián 1973) 65-78. 5 O. c., I, 107.
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