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DEL SENTIMIENTO TRAGICO EN EL ABISMO UNAMUNUVNO A OLEGARIO GONZÁLEZ DE CARDEDAL, AMIGO
Expresión trágica por dcmás: en el fondo del abismo. Mas abismo el de Unamuno en cuyo fondo, en desesperanza esperanzada, queremos luz, deseamos salida, urgimos futuro, anhelamos apertura. Un abismo en el que, sin embargo, Ia fuerza de nuestro deseo nos apunta una salida, nos advierte una luz, nos señala un futuro; salida única, no obstante, porque es encuentro con Dios, realidad de inmortalidad ganada, ofrecida, donada. Así rezan las palabras que recogen los despojos de Unamuno en el cementerio de Salamanca:
«Méteme, Padre santo, en tu pecho, misterioso hogar. Descansaré allí, pues vengo deshecho del duro bregar».
Las páginas que siguen serán un enfrentamiento con un libro hermoso por demás, DeI sentimiento trágico de Ia vida, que leo con pasión, admirando, con sorpresa, con crujir de dientes, venerando, compasivamente, acongojado, con simpatía infinita, rebelde, en limpio grito, dejándome gustoso llevar a su huerto, respetando las diferencias, en temblor, en puro arrastre, llenando toda desesperanza, conmocionado, emocionado, encelado, esperanzado l. Una puñada en medio del rostro. «La caridad no es brezar y adormecer a nuestros hermanos en Ia inercia y modorra de Ia materia, sino despertarles en h zozobra y el tormento del espíritu»2.
1 Al terminar su nueva lectura, el 14 de agosto de 1999, puse en Ia última página de mi ejemplar: «Atrayente, embrujante, apasionante y apasionado. Tras Ia [nueva] lectura de sus novelas, vuela conmigo su pensamiento». 2 Miguel de Unamuno, «Del sentimiento trágico de Ia vida en los hombres y en los pueblos» (1913), en Obras completas, VII, Meditaciones y ensayos espirituales, Escélicer, Madrid 1967, 107-302; Ia cita en p. 275.
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