|
ACTUALIDAD
IN MEMORIAM: MoNS. GiusEppE D'ERCOLE Cuando Ie faltaban pocos días para cumplir los 71 años ha muerto en Roma, el 21 de marzo de 1977, Mons. Giuseppe D'Ercole, conocido profesor de Ia Universidad Lateranense por sus publicaciones sobre Ia Iglesia primitiva. Había nacido en 1906 en Guareino. Estudió en el Seminario Romano, Menor > Mayor y se graduó en Teología e "in utroque iure" en el Laterano, del que fue Secretario, como también Io fue de Ia Universidad Lateranense cuando dicho Ateneo adquirió rango de Universidad. Publicó su tesis en 1939 con el título Consenso degli sposi e Ia perpetuità del matrimonio nel diritto romano e nei Padri delfa chiesa. Fue profesor de Normas Generales desde 1934 y de Historia del Derecho canónico a partir de 1940; esta disciplina es k que ha cultivado durante muchos años con especial tesón y eficacia en el sector de Ia discdplina del cristianismo primitivo. De sus 40 años de trabajo, metódico hasta el escrúpulo, nos queda su Consortium disciplinac y sus estudios sobre estructuras primitivas de k Iglesia, primero en el período anteniceno y luego directamente en el N. T. para Ia Iglesia y también del V. T. para Israel. De esos trabajos procede Ia serie de títulos, 13 en total, aparecidos con el título común "Communio" de los que recordamos Gesù Legislatore (1957) y L'essenza del Vangelo nel tempo (1960) y otros varios trabajos históricos no sólo de Derecho, pues investigó también en el campo de Ia Teología y de Ia Moral. Participó como perito en el Concilio Vaticano II y en las AcZa antepraeparatoria, quedan de él "Votos" famosos. Desde 1971 fue Canónigo de San Juan de Letrán pero no abandonó sus investigaciones históricas. La última parte de su vida fue de salud delicada, sobre todo por una dolencia del corazón y con frecuencia tuvo que internarse en hospitales; los últimos años llevaba marcapasos. El ideal de su vida fue poner de relieve Ia importancia de Ia comunión eclesial tal como fue vivida en Ia Iglesia primitiva y reconstruir para Ia Iglesia de hoy esa conciencia de comunión intrínseca a Ia estructura orgánica del Pueblo de Dios, y en especial Ia potestad de los Obispos y su colegialidad con el Papa, partiendo siempre de datos escriturísticos. Y no hay que silenciar su vida profundamente cristiana y sus virtudes sacerdotales que ha subrayado A. Giacobi en un ampHo artículo necrológico publicado en L'Osservatore de 27 abril 1977. Descanse en paz.
TOMÁS G. BARBERENA
|