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ff Conferencia Nacional de Obreros Evangé/ieos
ANTONIO ANDRÉS
Pastor de Ia Iglesia Española Reformada Episcopal La II Conferencia Nacional de Obreros Evangélicos interesó, desde su anuncio en Ia prensa y radio, a los medios católicos nacionales y extranjeros, e igualmente a los protestantes. Sin lugar a dudas, dicho interés era debido al ambiente que el Concilio Vaticano II ha creado en todo el mundo, y se esperaba con curiosidad por unos, y con interés por otros, las posibles declaraciones que Ia II Conferencia hiciese sobre temas de tanta importancia y actualidad como son los referentes a Ia libertad religiosa y ecumenismo, entre otros. Las recientes declaraciones de varios obispos espafioles, con respecto a Ia libertad religiosa en nuestra patria, y ello después de algunos buenos contactos en Madrid entre jerarquías católicas y protestantes juntamente con laicos, indudablemente crearon un ambiente de cierta desconfianza que se manifestaba muy claramente entre los asistentes de Ia II Conferencia. ¿Qué opinar de aquellos contactos? Si antes los habían creído sinceros, ahora por Io menos los catalogaban de desconcertantes. La consecuencia lógica ante dichas declaraciones adversas, fue el pensar que Ia situación de los protestantes españoles continuaría siendo inestable, aunque con un nuevo clima y matiz. La libertad religiosa se impondría en Ia nación, en vez de haber sido Ia consecuencia lógica entre cristianos que como tales deben amarse y amar. Sería angustioso que el rígido legalismo y Ia fría convivencia fuesen los sucedáneos del amor, pero seguramente existen, cada día más, muchos que no desean que ocurra así. Las "Conferencias de Obreros Evangélicos" son únicamente un diálogo entre los evangélicos españoles, y como resultado manifestar todo Io que les perjudique por causa de las leyes discriminatorias existentes. Es algo así como una "Comisión de Defensa Evangélica" (ya existente) que se manifestase en sesión extraordinaria.
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