|
¿QUÉ NOS CABE ESPERAR? UN ASPECTO ACTUAL DE LA FILOSOFÍA KANTIANA DE LA RELIGIÓN
Para el Doctor Juan de Dios Hernández con profunda gratitud.
En 1924 se celebraba, al igual que ahora, un bicentenario de Kant. En aquel momento, José Ortega y Gasset festejaba el nacimiento del gran pensador prusiano escribiendo páginas memorables, evocándolo “instalado al fondo de nuestro horizonte como una gran serranía que no ha sido del todo transpuesta… todo el mundo siente —decía entonces Ortega— que Kant no ha muerto”1. En años recientes hemos presenciado, en ambos lados del Atlántico, un importante incremento en el número y la calidad de los estudios sobre Kant que confirman las palabras de Ortega: “Kant no ha muerto”. Por eso, con agradecimiento y alegría he aceptado la invitación que me han hecho los organizadores de este II Simposio Internacional del Instituto de Pensamiento Iberoamericano para que hoy, nuevamente en esa atmósfera de homenaje, contemplemos en lontananza esa cumbre imponente y recorramos algunos parajes de la serranía que se alza frente a nosotros y que aún no hemos trasmontado.
1 Ortega y Gasset, José, “Kant. Reflexiones del centenario. 1724-1924”, Revista de Occidente (primera época), 4, 10, Madrid, 1924.
|