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Diálogo Ecuménico t. XL, n. 128 (2005) 477-487
ARTÍCULOS
SAN FRANCISCO Y LA CREACIÓN*
No se conocen muchos hombres, –quizá ninguno en la historia de la cultura occidental– que hayan sido tan sensibles al maravilloso espectáculo de la naturaleza como el santo de Asís, san Francisco, que con mucha emoción vibraba de gozo y alegría ante el paisaje de montañas, valles, ríos y la belleza de las flores, animales y otros seres inanimados. Sensible a la belleza y a la luz, artista y poeta, Francisco está, pues, dispuesto a instituir una relación justa con las criaturas: por el contrario, el hombre moderno, industrial, no acepta su situación de criatura, se sitúa por encima de la naturaleza para dominarla y someterla a sus proyectos; Francisco se acerca a las criaturas con simpatía, con sentimientos de fraternidad arraigada en el descubrimiento de la paternidad común de Dios; así trazó el camino a seguir para mejorar la condición de la vida. Al descubrir la naturaleza, él ha revalorizado al mismo tiempo al hombre en su integridad, porque, en la agresión planificada del entorno, la naturaleza es sacrificada pero también el hombre es disminuido en su ambiente afectivo y social; el hombre desligado de la naturaleza es un desarrai* Conferencia pronunciada en el monasterio ortodoxo de Nuevo Válano (Finlandia) en el contexto del XXXI Encuentro Internacional de religiosas: “La vie religieuse et la sauvegarde de la création”, julio de 2004. Los artículos siguientes son también conferencias pronunciadas en dicho Encuentro. Traducción del italiano de la Dra. Rosa Mª Herrera.
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