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EL LENGUAJE FILOSÓFICO DE TERTULIANO EN EL DOGMA TRINITARIO '
por J. CAMPOS, SCH. P.
El pensamiento procede por desarrollo gradual de conexiones, como todo fenómeno humano normal. Las ideas se elaboran precisando sus contornos y densificando su contenido hasta que puedan ser sustantivadas y personificadas como si fueran entes autónomos en el ancho mundo de los conceptos. Entonces es cuando pueden servir de elementos y términos constitutivos de los principios metafisicos fundamentales del pensar. Ahora bien, no se llega a esa sustantivación de un concepto, sino por Ia abstracción, operación esencial y necesaria para Ia ideación y para el logro de su fruto y resultado, que es Ia idea. Los pueblos pensadores, que como el griego, más han desarrollado Ia reflexión y especulación, son también los más avanzados en Ia abstracción conceptual y en su formulación expresiva. Al compás de Ia ideación discursiva han ido creando moldes y formas, donde encajar, o mejor dicho, encarnar las ideas con mayor y mejor precisión en cuanto a Ia extensión y comprehensión. No es pues extraño que las Ciencias, que ordenan el pensamiento del hombre, tanto las positivas como las del espíritu, no hayan encontrado términos más adecuados en su mayor parte para expresar sus elementos, resultados y funciones, que los vocablos de Ia lengua griega, que venían recogiendo desde muy atrás un legado y herencia en su tradición especulativa y abstracta.
(*) Un resumen y extracto de este artículo fue pronuciado por el autor, como Comunicación, en Ia IX Semana Española de Filosoíía, celebrada en Madrid del 29 de septiembre al 3 de octubre de 1967.
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