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LOURDES
El centenario äe Lourdes no ha pasado sin resonancia en Ia vida de Za Iglesia. Documentos pontificios, congresos científicos y de piedad cristiana, peregrinaciones innumerables de todas las naciones, celebraciones litúrgicas solemnizadas por Ia presencia de eminentísimos Cardenales y Prelados de Ia Iglesia entera, han ido dejando a Io largo de este año un reguero de luz que Zo señalará brillantemente para siempre en Za historia eclesiástica. Con el centenario de Lourdes ha vuelto a saltar a primer plano el problema teológico de las apariciones y revelaciones privadas. Era imposible conmemorar a Lourdes sin tropezar con ese grave problema que aparece insoslayabtemente en sus orígenes. Ni es eso sólo, sino que a Ia luz de Lourdes y en Ia trayectoria de un siglo el problema ha adquirido características excepcionates. Pero hay todavía otras consideraciones que hacen actual el tema de las apariciones y revelaciones privadas. Aun prescindiendo de Lourdes, ese tema se ha hecho hoy particularmente agudo. Con incansable frecuencia, que para más de uno llega a ser ya sospechosa, se van repitiendo esos fenómenos extraordinarios en Ia vida religiosa del siglo XX. Sin duda no ha faltado Ia cizaña en medio del trigo. Pero, Io que es peor, el ansia inmoderada de Io maravilloso y espectacular ha sacudido profundamente a muchas almas en nuestros días. Hace pocos años hubo de alzar su autorizada voz el entonces Asesor y ahora Pro-Secretario del Santo Oficio, Emmo. Cardenal Alfredo Ottaviani, para denunciar el peligro y poner en guardia contra él, con las célebres paZabras de Dante: "Siate, cristiani, a muovervi più gravi!". Este conjunto de consideraciones nos han decidido a estructurar el presente número de "SALMANTicENsis", dedicado por entero al problema de las apariciones y revelaciones. Quiere ser por nuestra parte, ante todo, un homenaje a Lourdes en su año jubilar; y esperamos contribuya también a recordar los principios fundamentales en Ia materia, ahora cuando parece recomendarlo especialmente el ambiente religioso en que vivimos. El primer tema que interesa esclarecer es de criteriología de las revelaciones privadas: qué criterios existen para discernir con seguridad Zas verdaderas de las falsas. Una vez determinada Ia autenticidad de una revelación, es preciso definir cuál es el asentimiento interno que merece.
«Salmanticensis», 7 (1958). .
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