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EL VASCO Y LA ELECC1ON DE OBISPO DE PAMPLONA EN 1530
Durante más de dos siglos (1520-1735) la diócesis de San Fermin se vió regida por Obispos no navarros. Algunos cronistas que en todo ven !a mano de la Providencia, consideraron este hecho como un castigo divino por el asesinato del Obispo Nicolás de EchAvarri, en Tafalla, a manos de .os sicarios de Pierres de Peralta (23 de noviembre de 1468) (2). Esta explicación se cae por su base si tenemos presente que poco después del sacrilego atentado hubo un Obispo al que con justo titulo se le puede llamar navarro. Nos referimos al Cardenal Amaneo de Labrit, que gobernó la diócesis desde 1510 a 1520, con un intervalo del que en seguida vamos a hablar. Y si no hubo más, se debió a la politica castellana iniciada en el terreno eclesiástico por Fernando V, desarrollada por 'Carlos I y llevada a sus últimas consecuencias por Felipe II (3). La sumisión de Navarra a Castilla en el campo politico necesariamente tenia que traer consigo la sumisión en el aspecto eclesiástico. Pero no era fácil conseguirla de golpe. Fernando el Católico se contentó, o al menos sólo obtuvo, la remoción del Cardenal de Labrit, hermano del monarca destronado, que fué sustituido por Juan Bautista Constanzi, Obispo de Cosenza en Calabria (1512); pero, a la muerte de éste y de Fernando el Católico, León X repuso al Cardenal navarro en la posesión de su antigua iglesia, l estituyéndole los frutos de la misma desde el dia en que fué privado por el Papa Julio II (4). Al fallecer don Amaneo, el i Cabildo trató de una vez más de recuperar su antiguo derecho de elegir Obispo. Las perspectivas de éxito contra dos adversarios tan poderosos como la Curia Romana y el rey de Castilla eran escasas, a menos que se aliara con uno de ellos contra el otro. Es lo que precisamente intentó ofreciendo la mitra a un hi jo del virrey de
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(1) As1 lo &finnan, entre otros, el licenciado DI Ecio RAMiREZ DAvALCS DE LA PISCINA: Crdnica de los Reyes de Navarra, ed. de F. Escalada (Pamplona, 1935), 38, y FRANCISCO DE EWA: Historia de Estella, ms.. de la Biblioteca Provincial de Navarra, p 361. (2) Cfr. nuestro articulo Don Nicolas de Echtivarri. Obispo de Pamplona, en "Hispania Sacra", 8 (1955), 59-74. (3) Cfr. nuestra obra Los navarros en el Concilio de Trento y la reforma tridentina en la diócesis de Pamplona (Pamplona, 1947), pp. 196-199. (4) Catalogus Episcoporum Ecclesie Pampilonensis, Ins. de la Bibi. Catedral de Pamplona, f. 34, a quien copia fray PRUDENCIO DE SANDOVAL: Católogo de los Obispos de Pamplona (Pam-
plona, 1614), f. 125.
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