|
Epistolografia romana
Cuando se aborda el estudio de Ia epistolografia de cualquier literatura, el primer interrogante que se nos plantea es el de definir qué es en realidad el producto que tenemos en nuestras manos. Generalmente se habla de «género epistolar» . Pero, ¿se trata en realidad de un verdadero «género» en Ia acepción más tradicional que conferimos a este término? Es posible que para las producciones modernas y contemporáneas Ia contestación fuera afirmativa. Pero, ¿puede decirse Io mismo de Ia epistolografía romana? La teoría tradicional de los géneros literarios arranca de Aristóteles, recibe el espaldarazo de Horacio y se proyecta en el tiempo para recibir nuevo impulso en el s. xviii, después del cual el romanticismo intentará liberarse de las normativas que consideraba unas cadenas inmovilizadoras. Desembocamos en el siglo xx con Ia afirmaciones de Benedetto Croce y de Karl Vossler negando sentido a toda división de Ia literatura en géneros, calificando de vacías las designaciones tradicionales basándose en Ia singularidad esencial de cada obra poética y en su individualidad, de manera que toda subordinación a un determinado género sólo puede apoyarse en exterioridades. La negativa de Croce sirvió de revulsivo, y el /JP Congrès International d'histoire littéraire, celebrado en Lyon en 1939 tuvo como tema monográfico el problema de los géneros literarios. Basta echar un vistazo a las Actas del Congreso («Helikon», 2, 1940) para apreciar Ia desconcertante abundancia de criterios dispares que son sinónimo de que el problema, lejos de estar resuelto, se ha complicado aún más. Una cosa parece clara: Ia noción de «género» es algo completamente heterogéneo, y los principios en que se basa Ia determinación de los mismos atienden unas veces a cri-
|