|
Eneas y Roma en Licofrón y cn Virgilio
La segura profecía de Ovidio, expresada en estos versos:
Tityrus et fruges Aeneiaque arma legentur Roma triumphati dum caput orbis erit *
me sirve de homenaje a Virgilio y a Ia vez me proporciona los nombres fundamentales de esta exposición: «Eneas y Roma en Ia Alejandra de Licofrón y en Ia Eneida de Virgilio» . Hay en Ia extensa profecía de Alejandra-Casandra dos pasajes cuya autenticidad e interpretación han dado lugar a una, que parece inacabable, discusión; el primer pasaje, que abarca los vv. 1226-1280, contiene Ia profecía de Ia estancia y de las fundaciones de Eneas, el fugitivo de Troya, en Italia; en el segundo pasaje, vv. 1446-50, se predice un definitivo triunfo y una generosa paz de los troyanos-romanos. La autenticidad de los dos pasajes ha sido problematizada desde Ia antigüedad —los primeros comentaristas— hasta hoy. Por unos se los da por interpolados; otros los consideran genuinos, pero de un autor que no pudo haber escrito los vv. 1446-50 al comienzo del siglo III a.C., cuando Roma —argumentan— no asomaba aún como una gran potencia, y consecuentemente postulan otro autor del mismo nombre, Licofrón, y posterior, aproximadamente en un siglo, al primero. Releamos, como punto de partida, los dos pasajes mencionados, para indagar a continuación someramente qué relación hay entre el poema helenístico Alejandra y Ia epopeya romana de Virgilio.
1 Amores 1, 15, 25-26.
|