|
El «Libro de Ia vida»
por JuLTO CAMPOS
EN l,A SAGRADA BlBLIA
Si Ia vida es un caminar continuo, y un caminar consciente y responsable, ha de tener un sentido y dirección, como de quien sabe que parte de un principio y origen y se dirige hacia un fin supremo, incambiable, indesplazable e insustituible. ¿Qué es, pues, substancialmente Ia vida del hombre? ¿Es meramente ser, existir, vivir, cosa que cada uno ni se ha buscado, ni procurado? Si Ia vida es un bien, y un bien apetecible, proviene en último término del autor de todo bien: es un don y regalo de Ia munificencia y amor de Dios, porque amor Dei est causa bonitatis rerum l, es decir, que amor Dei est infundens et creans bonitatem in rebus2. Pero por eso mismo es un don natural gratuito, sujeto de otros dones sobrenaturales y gratuitos, que obliga y compromete en Ia dirección del donante, que es su único origen y fin; es un don, no estático, para asentarse y establecerse unilateralmente en su propio trono y dominio, sino, al contrario, un don impulsivo, con movimiento irreversible hacia su meta última, que no puede eludir, ni olvidar. Gracias al donante, autor, principio y fin del circuito de Ia vida, «vivimos, nos movemos y existimos»3,
1 S, THOM. Sum. Theol. I 20, 3. 2 Id. I 20, 2. 3 Act 11, 28. HELMANTICA, XXI 1970, 115-147.
|