|
Diálogo Ecuménico t. XXXIV, n. 109-110 (1999) 555-564
¿SON COMPLEMENTARIOS EL DON HABITUAL INHERENTE AL ALMA Y EL «SIMUL IUSTUS ET PECCATOR»?
Me propongo, en esta aportación, comparar Ia concepción tomista de Ia gracia santificante, centrada en el don habitual (gratia gratum faciens) con Ia concepción luterana, según Ia cual el hombre es «simultáneamente justo y pecador».
I. LA PERSPECTIVA DE TOMÁS DE AQUINO
Santo Tomás interpreta Ia infusión de Ia gracia santificante (gratum faciens), de acuerdo con los principios aristotélicos, como Ia generación de una nueva forma santificante en el alma del pecador. Esta concepción «ontològica» de Ia gracia santificante no ha de ser objeto —de entrada— de una mirada peyorativa, porque muestra a las claras Ia irrevocabilidad de los dones de Dios. El no ama de una forma fugaz o intermitente, sino quiescente, estable y permanente. El, que ha amado el primero, sigue amando en virtud de su propia bondad, ya que Ia gracia gratum faciens es efecto del amor de Dios', quien —por Io que a El se refiere— no revoca sus dones. He aquí los tres pilares básicos de Ia construcción tomista:
Tomás de Aquino, Sent II, dist. 26, q. 1, a. 1, co.
555
|