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POUTICA, RETÓRICA Y HERMENÉUTICA: DE LA POÉTICA DE ARISTÓTELES A LA POÉTICA DE SOR JUANA INÉS DE LA CRUZ
«Muy filósofo estás, Sancho —respondió don Quijote—; muy a Io discreto hablas; no sé quién te Io enseña. Lo que te sé decir es que no hay fortuna en el mundo, ni las cosas que en él suceden, buenas o malas que sean, vienen acaso, sino por particular providencia de los cielos, y de aquí viene Io que suele decirse: que cada uno es artífice de su ventura» (M. DE CERVANTES, Don Quijote de La Mancha, II, 66).
I. ÉTICA Y LFTERATURA
1. ENTRE DOS MUNDOS: CALDERÓN Y SOR JUANA
Pompa y vanidad, exuberancia y miseria, crimen y castigo, relámpagos y tinieblas, llamaradas y ruinas, tempestades violentas y calmas sobrecogedoras, pájaros de metal y lenguas de acero, símbolos, portentos y reflejos caracterizan el mundo de Calderón (1600-1681). Todo Io real es teatral y íodo Io teatral es real. Todo puede convertirse en su opuesto. Calderón, trágico a su manera, no a Ia aristotélica, representa en su obra una fusión, una síntesis universal de todas las artes, resumen de corrientes culturales y artísticas para abrirlas a Ia modernidad. El teatro de Calderón no es una metafísica, pero Ia lleva implícita, y constituye un instrumento privilegiado para construirla. Como el mundo de los héroes de las tragedias griegas, el mundo conceptual barroco, construido sobre absolutos —fe, ley, libre albedrío, amor, razón de estado, honor...— es potencialmente trágico. Tragedia y vida se unen en el teatro barroco, que nos ofrece un viaje al centro del sufrimiento humano, que nos
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