|
EL DIOS-SECRETO DE IBN SINA
Ibn Sina erigió su compleja versión de Ia teoría de Ia emanación sobre Ia distinción entre Ia existencia necesaria y existencia posible. Podría incluso afirmarse —trataremos, además, de probarlo— que en sus textos esenciales en torno a Ia cuestión, los argumentos que se refieren a Ia prioridad de Ia esencia sobre Ia existencia, en Io posible, son subsidiarios con respecto a aquella distinción, sobre Ia que Ibn Sina erige también su demostración de Ia Causa Primera. En este sentido, muchos son los comentadores que han querido abocarse a descifrar Ia trama de Ia prioridad referida, concluyendo —algunos— un esencialismo extremo por parte del filósofo (una tesis en Ia línea de sus primeros detractores medievales, como Ibn Rusch (Averroes) y Tomás de Aquino. Así Io hizo, por ejemplo, Goichon (1937), en un estudio de incomprensible referencia obligada desde su aparición. En un artículo, hace algunos años publicado, Herrera Ibáñez ha escrito a este respecto: «Avicena no sostiene que Ia existencia sea una parte tal de Ia esencia que Ia diferencia real se borre. La existencia Ie viene a Ia esencia de fuera, de manera que Avicena no cae en este esencialismo extremo que admite a Ia existencia anulándola al mismo tiempo en cuanto tal. (Sin embargo)... Aunque Ia idea de concomitancia hace que Ia esencia y Ia existencia están casi a Ia par, Ia esencia es el sujeto de Ia propiedad externa de Ia existencia» (1992, p. 192). Herrera Ibáñez concluye caracterizando «el esencialismo aviceniano como una filosofía de posibles no necesariamente actualizados, es decir, de objetos no existentes» (ibid., p. 193). Por su parte, y teniendo, con razón meridiana, a Goichon como su bête noire, Rahman dio cuenta, ya en 1958, de que Ia idea según Ia cual Ia existencia se comporta lógicamente como cualquier otro accidente que Ie adviene a Ia esencia es «una teoría fantástica», y que Ibn Sina no cayó en un absurdo tal. En el Kitab-al-Shifa (Metafísica, Libro I, c. 5). las ideas de existencia y unidad son los puntos de partida sobre los que se asientan muchos conceptos aplicables a Ia realidad. Así, lejos de afirmar que Ia existencia es una accidente que Ie
|