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LA SINTESIS UNA Y SUPREMA Sobre el origen del sistema de Krause en Jena
De Karl Christian Friedrich Krause no se conoce en Ia mayoría de los casos sino Ia historia efectuaI de su filosofía, diferenciada de un modo peculiar. Mientras que en Alemania es preciso considerarle como casi completamente olvidado, su filosofía ha tenido una influencia duradera especialmente en España y en Hispanoamérica, hasta el punto de que en ambas pueden distinguirse distintas fases y formas de Krausismo. La escasa irradiación del pensamiento de Krause en Alemania, limitada a pequeños círculos de adictos, se explicó ya en vida suya por el modo peculiar, seudopurista con que Krause pretendía germanizar Ia terminología filosófica, renunciando a todas las expresiones técnicas de origen griego o latino. Si este purismo lingüístico significaba ya un obstáculo para Ia comprensión de las obras de Krause, Ia barrera que se oponía a su recepción se hizo mucho mayor debido al intento, no siempre científicamente sólido, de hacer valer Ia etimología en su obra. Para el discípulo de Hegel Johann Eduard Erdmann esto significaba que Krause no cumplía su propia exigencia de que es preciso «cambiar íocío ¿o existente suavemente». Ya Erdmann anotaba que, en Ia traducción a un idioma extranjero, estas peculiaridades del lenguaje de Krause no podían llegar a ser efectivas del mismo modo y sí obstaculizar Ia recepción: «Escritos en los que aparecen cosas tan monstruosas como 'Urwesenmalgeistmaileibwesen' Cesenciaoriginaria-espíritucorporeidad') se cierran a sí mismas cualquier entrada, y el hecho, mencionado por discípulos de Krause, de que franceses e italianos hayan sido los primeros en tomar nota de su doctrina tiene su fundamento en que unos y otros Ia han aprendido en el lenguaje de buen gusto con que Ia ha revestido Ahrens» 1.
1 J. E. Erdmann, Versuch einer wissenschaftlichen Darstellung der Geschichte der neuern Phitosophie. 3. Bd., 2. Abth., 2. Theil: «Die Entwicklung der deutschen Speculation seit Kant- (Leipzig 1853) p. 682. Erdmann critica además con razón la redundancia que, en los escritos aparecidos en vida de Krause y especialmente en los edStados después de su muerte por sus discípulos, es el resultado de que los manuscritos de sus lecciones se publicaran evidentemente sin reducciones ni reelaboración alguna. Cf. K. Rosenkranz, Hegel ate deutscher Nationalphilosph (Leipzig 1870) p. 237, donde el autor habla de una «hipergermanización de Ia terminologíaen Krause, con Ia cual el filósofo «consiguió Io contrario de Io que pretendía, es decir, hacerse incomprensible». Cf. además p. 261s.: «Ahrens, que como refugiado
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