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CRITICA FILOSÓFICA, RAZON Y VERDAD La cuestión, aquí planteada, no es primariamente determinar en qué consisten crítica filosófica, razón y verdad, sino ver si entre ellas se da una relación y sobre todo, si tal relación es necesaria. A primera vista es posible concebirlas no sólo como distintas sino como independientes. Parece, en efecto, que Ia posesión de Ia verdad no ha de ir necesariamente acompañada ni precedida de crítica. TaI sería el caso del conocimientopor fe, intuición o todo tipo de saber más o menos inmediato. Tampoco Ia razón tendría nada que decir en estos casos; su función sería, a Io sumo, subsidiaria: previa y conducente a tal grado o modo de saber, pero innecesaria una vez logrado el conocimiento en cuestión. Por su parte Ia crítica parece poder darse también al margen de Ia razón y sobre todo de Ia verdad. De hecho Ia crítica se hace con frecuencia sin cuestionarse qué sea Ia verdad o sin ponerse previamente de acuerdo sobre asunto tan grave. Más bien se parte tácitamente de una concepción determinada, p. ej., que Ia verdad consiste en Ia adecuación del entendimiento con las cosas o del conocimiento con el objeto, sin detenerse a discutir alguno de los muchos problemas implicados en esa concepción. Con más frecuencia aún se pasa completamente por alto este punto, porque Ia crítica suele hacerse en función del logro de intereses concretos, campo en el que, según opinión muy difundida, Ia pregunta por Ia verdad supondría un entorpecimiento. Aunque el fin propuesto no sea tan estrictamente utilitario, está orientado, en Ia mayoría de los casos, a Ia praxis. Y en este orden se suele establecer como criterio Ia libertad, cuya posible relación con Ia verdad no se menciona siquiera o, en el mejor de los casos, se afirma simplemente sin disquisiciones ulteriores. Más unida suele ir Ia crítica con Ia razón. La obra de Kant, que dio origen a los movimientos críticos ulteriores, se caracteriza fundamentalmente como crítica de Ia razón. Pero dentro del kantismo se ha dado con frecuencia una omisión grave, Ia de no reflexionar sobre el hecho de que Ia crítica, también Ia que recae sobre Ia razón, es exigida, puesta en marcha y elaborada por Ia razón misma. Esta omisión es imputable al mismo Kant, aunque solo en parte. Kant, en efecto, funda Ia legitimidad de Ia crítica a Ia razón en que ésta debe conocerse a sí misma, Io cual implica un reconocimiento de los propios límites1. La "crítica de Ia razón" ha de entenderse, según eso,
En KrV (Kritik der reinen Vernunft), Transz. Methodenlehre, 1. Hauptst., 2. Absch. (B766/785) Kant reconoce a Ia razón Ia capacidad de imponerse límites a sí misma y haWa, un poco oscuramente, de que tiene que comparecer ante el foro de una razón superior, que Ia juzgue (B780). Sobre Ia razón como "esfera" presente a sí misma véase Ì& "Vorrede" de los "Prolegomena" comp. con KrV AIl.
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